Un día después de arribar a la ciudad de Nizhni Nóvgorod, los dirigidos por Óscar Tabárez cumplieron con un intenso entrenamiento de una hora en el que demostraron que todo el plantel está a punto para el debut el viernes en Ekaterimburgo.
El choque ante Egipto "es el más importante porque depende cómo comiences para saber cómo encarar lo que viene", advirtió José María Giménez, pilar de la defensa, a periodistas.
Para Josema la llave A --que completan Arabia Saudita y Rusia-- es "un grupo difícil, no hay que subestimar a nadie", pese a que reconoce la fortaleza de su equipo.
"Yo creo que va a jugar Salah, preparamos el partido pensando en ello, no pensamos que no va a jugar Salah", dijo.
"Estoy con Luis (Suárez), me gusta que jueguen los mejores, yo entreno con los mejores y quiero que jueguen los mejores", dijo el arquero Fernando Muslera.
Muslera, que si juega los tres partidos de la primera fase será el jugador uruguayo con más duelos disputados en un Mundial, coincidió con su compañero con lo peligroso de subestimar a los rivales del grupo.
"No pensamos en favoritismos (...) hasta que no se jueguen los 90 minutos no se define nada", concluyó el golero.
El plantel uruguayo, seguido desde el costado de la cancha por su entrenador, completó un entrenamiento con pelota seguido desde las gradas por la prensa y por niños y jóvenes locales.
Al grito de "Suárez" y "Cavani", los fanáticos rusos consiguieron que el jugador del Barcelona se acercara a firmar autógrafos, en una práctica que terminó con hijos de los futbolistas en el medio del campo.
AFP