"Se trata de un intento de presentar a Rusia como un eje del mal, pero es porque somos una gran potencia deportiva", señaló Mutko, citado por la agencia de prensa RIA Novosti.
"Han hecho de nosotros una especie de monstruo. Ahora, todo el mundo, no importa qué experto, tiene el derecho de decir: 'hay que castigar a Rusia'", añadió, estimando que "los castigos colectivos se han convertido en moda".
"El gobierno guardará una posición cerrada y defenderá a sus deportistas hasta el último suspiro", subrayó el que fuera ministro de Deportes entre 2008 y 2016.
La comisión ejecutiva del COI debe pronunciarse en una reunión crucial que se celebrará entre el 5 y el 7 de diciembre sobre la participación o no de Rusia en los próximos Juegos de Invierno de Pyeongchang.
"No sabemos qué decisión tomará el COI, espero que sea en el buen sentido", continuó Mutko.
En 2016 el informe McLaren, solicitado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), reveló un sistema de dopaje institucionalizado en Rusia, especialmente en los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi 2014, en el sur del país.
Rusia ha rechazado la dimensión institucional del sistema de dopaje revelado por la investigación McLaren. El martes los servicios de investigación rusos acusaron al antiguo director del laboratorio de Moscú, Grigori Rodtchenkov -refugiado en Estados Unidos y cuyo testimonio es fundamental en el escándalo-, de haber dopado él mismo a los deportistas y de haber manipulado sus controles.
A principios de noviembre el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que las acusaciones de dopaje habían sido orquestadas por Estados Unidos para incidir en las elecciones presidenciales de marzo de 2018 en Rusia.
(AFP)